Diagnóstico
El diagnóstico de litiasis urinaria se hace con base en la sintomatología, el uroanálisis y algunos exámenes básicos de laboratorio (calcio sérico, ácido úrico). Se confirman con la ayuda de imágenes diagnósticas.
- Uroanálisis: El hallazgo principal es la hematuria (sangre en orina). También pueden apreciarse alteraciones que sugieren infección urinaria, como la presencia de globulos blancos.
- Radiografía simple de abdomen: Permite distinguir la presencia de cálculos radio-opacos situados a lo largo del conducto ureterial.
- Urografía excretora: Cuando existe obstrucción ocasionada por un cálculo, la aparición del nefrograma está retardado en el lado afectado. Las placas tardías ayudan a establecer el sitio exacto de la obstrucción. Los cálculos radiolúcidos pueden verse como defectos de llenado.
- Ecografía abdominal: Es el examen no invasivo más utilizado en la actualidad, pues permite confirmar o descartar la obstrucción a nivel renal y a diferenciar con otras causas los defectos de llenado, observando en la urografía, tales como tumores o coágulos.
- Tomografía axial computadorizada: Es útil para la identificación de cálculos levemente radio-opacos.
En algunos pacientes no es posible evidenciar anomalías metabólicas que expliquen la presencia de cálculos, pero en ocasiones, es posible de demostrar anormalidades en la estridina renal como es el caso de riñón ectópico, el poliquístico o el riñón en herradura.
Tratamiento
El urólogo debe efectuar algún tratamiento cuando: los cálculos han adquirido un tamaño significativo, el paciente sufre episodios de dolor recurrente, aparecen síntomas de infección o en el peor de los casos, cesa la producción de orina.
De acuerdo a la localización y tamaño de los cálculos, se dispone de diversos métodos mínimamente invasivos para el tratamiento de los cálculos urinarios, tales como: Litotricia Extracorpórea y Litotricia Intracorpórea.